Ermita de San Miguel del Monte Carceña

Esta ermita, que mezcla en su arquitectura elementos románicos y góticos, se levantó en el periodo de transición entre ambos periodos para dar servicio a los fieles de La Cueva, La Penilla y La Encina de Cayón.

Es una construcción de pequeñas dimensiones, distribuidas en una sola nave y acabada en ábside semicircular con canecillos con figuras de tradición románica. El ábside y los esquinales son de sillería y el resto del edificio en mampostería. La fachada orientada al Sur, al lado de la Epístola, alberga la portada principal, constituida por un arco apuntado decorado con flores y dientes de sierra y estrellas. El conjunto culminaba, en origen, con una espadaña situada sobre la fachada Oeste, hoy desaparecida.

Sobre el origen de la ermita, existe una lejana leyenda que cuenta que dos pastores vieron a un toro escarbando insistentemente en lo alto del Monte Carceña, y cuando acudieron al lugar encontraron una talla de San Miguel Arcángel, que habría sido escondida por los cristianos que llegaron huyendo de la invasión musulmana.

En las cercanías de la Ermita existe además una zona recreativa con barbacoas.

Ermita de San Miguel del Monte Carceña