Los Pozos de Valcaba
En el corazón de Cantabria, en el pintoresco macizo de Peña Cabarga, se esconde un tesoro natural que cautiva a quienes lo descubren: los Pozos de Valcaba. Estos dos pequeños cuerpos de agua, surgidos de la actividad minera del siglo XX, son ahora refugio de una exuberante biodiversidad y un destino imperdible para los amantes de la naturaleza y la aventura.
Ubicados cerca de la encantadora localidad de Tarriba, en las cercanías de Pámanes, Liérganes, los Pozos de Valcaba ofrecen una experiencia única a través de una ruta circular de 2,800 metros.
Siguiendo el antiguo trazado del ferrocarril minero, los visitantes son guiados por un sendero que serpentea un paisaje de ensueño, donde se mezclan bosques de robles, castaños y quejigos propios del Norte de España, con un bosque de ribera modelado por la presencia de los pozos, e incluso vestigios de vegetación mediterránea con encinas, laureles y madroños.
Aprender sobre la flora y fauna.
El recorrido ofrece más que solo una caminata escénica; también es una oportunidad para aprender sobre la rica flora y fauna del área. Carteles explicativos a lo largo del camino detallan la vegetación característica, mientras que la observación atenta revela la diversidad de la fauna local. Destacan sobremanera la presencia de algunas aves como el petirrojo, gorriones, jilgueros, mirlos, pinzones o ratoneros, entre otros.
Pero es en otoño cuando este rincón de Cantabria muestra su máximo esplendor. La abundancia de castaños invita a los visitantes a disfrutar de una experiencia única: recoger castañas en familia y luego asarlas juntos en casa, convirtiendo la visita en un recuerdo inolvidable.
Para aquellos que deseen explorar aún más, el itinerario ofrece dos opciones. Una ruta más larga y exigente que bordea los pozos desde una mayor altitud, ofreciendo vistas panorámicas impresionantes y una conexión más íntima con la naturaleza circundante. La segunda opción es un camino más suave y corto, que permite una experiencia más relajada y accesible para todos los miembros de la familia.
Paisaje minero.
Los Pozos de Valcaba, antes un paisaje marcado por la actividad minera, hoy se erigen como un testimonio vivo de la capacidad de la naturaleza para regenerarse y florecer. Gracias a los esfuerzos de restauración llevados a cabo en los últimos años, estos pozos han recuperado su esplendor, atrayendo a aves como el avión zapador y la cigüeña blanca, cuyos nidos ahora pueblan los árboles circundantes.
En resumen, los Pozos de Valcaba son mucho más que dos cuerpos de agua; son un santuario natural que merece ser explorado y admirado. Así que ¿te animas a descubrir este tesoro escondido en los Valles Pasiegos? Visítalos y déjate sorprender por la magia de la naturaleza en su estado más puro.
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